ENRIQUECIMIENTO AMBIENTAL
El primer concepto que hay que
dejar claro es que los gatos, a pesar de lo que se tiende a pensar, son
animales sociales, que en la naturaleza suelen vivir en colonias jerarquizadas,
y que por tanto, aunque no suelan requerir tantos cuidados y atenciones como
otros animales domésticos, sí son animales que tienen una serie de necesidades
de las que vamos a hablar en este post.
Nos vamos a centrar en hablar de
los animales “indoor”, es decir, de aquellos gatos que no tienen acceso al
exterior y que están completamente adaptados a la convivencia con el ser
humano, aquellos que “se van de paseo” suelen encontrar aquello que buscan en
la calle y no tienen las mismas necesidades que los indoor.
Quede claro en este punto, que
nuestra recomendación es siempre, salvo excepciones puntuales, que el animal
permanezca en casa, con todas sus necesidades cubiertas eso sí, pero libre del
riesgo de contraer enfermedades por contacto con animales silvestres,
accidentes de tráfico, de ingesta de tóxicos, de ataques de personas y otros
animales y un largo etcétera de sucesos que ocurren con más frecuencia de la
que nos gustaría.
Haremos hincapié igualmente en el control de la obesidad en
animales castrados, requerimiento de primer orden (la castración) en estos
animales indoor, pero que debería ser tratado, por su importancia, en una
entrada aparte.
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Proporcionar un lugar seguro: los gatos
necesitan disponer de un espacio fuera del alcance de otros animales (perros,
principalmente), desde el que puedan observar el medio y donde sentirse
seguros. Normalmente son ellos los que eligen este emplazamiento, pero hay que
permitirles el acceso a este lugar elegido
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Puntos de alimentación/eliminación:
o
Comederos: suelen preferir comederos bajos,
anchos, y de cerámica o cristal. No es raro que los de metal provoquen
problemas de alergias o lesiones faciales. Debe haber varios de ellos,
separados entre sí y de los puntos de eliminación (todos sabemos que los gatos
son animales limpios y no llevan bien que el “aseo” esté cerca del “comedor”),
así como también de las zonas de actividad de la casa, tanto las de tránsito
nuestro, como lugares ruidosos: debemos evitar pasillos, lavaderos, patios
exteriores… como anécdota, es interesante saber que los gatos en la naturaleza
llegan a comer más de 10 presas diarias, por lo que es recomendable que tengan
acceso continuo a la comida.
o
Bebedero: de las mismas características que los
comederos, pero con la particularidad de que está indicado que se renueve el
agua constantemente y que haya un número muy elevado de ellos, ya que la
hidratación es muy importante en la especie felina.
Es importante
también mantener las rutinas de hidratación del animal, es decir, que si tiene
el hábito de consumir agua directamente del grifo o en determinados lugares de
su elección, hay que respetarlo y mantenerlo. Otra opción es la de alternar su
dieta con dietas húmedas o colocar fuentes en distintos puntos de la casa.
o
Arenero: todos sabemos de la importancia de un
arenero en casa, pero nunca nos paramos a pensar en qué prefiere nuestro gato.
Los estudios revelan que suelen preferir areneros amplios, bajos (especialmente
en animales geriátricos), en zonas tranquilas y descubiertos, aunque en este
punto no hay consenso. La arena preferida suele ser aglomerante y sin perfume
(en todo caso, raíz de valeriana o lavanda) y la limpieza debe ser bastante
estricta: hay que retirar el 100% de la arena y el material orgánico,
enjabonar, aclarar y mantener unos 10 minutos con lejía (nos vale una
concentración de 1/30: un vaso en 5 litros de agua, aproximadamente) y volver a
aclarar. Si el olor de la lejía nos desagrada, podemos lavar después con
vinagre y volver a aclarar. Se recomienda esta limpieza al menos semanalmente y
el número de ellos ha de ser uno más que gatos haya en casa.
Un dato
curioso es que el material peor tolerado por los gatos son los cristales de
sílice, que como su nombre nos da a entender, suelen pincharles en las almohadillas
y no gustan.
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Puntos de descanso: lo primordial es que sean
lugares tranquilos, y en este punto introducimos el concepto “animal 3D”. Esto
quiere decir que los gatos son animales que necesitan moverse en la “vertical”,
tener puntos de descanso y vigilancia en zonas elevadas, necesitan trepar y
escalar, y hay que permitírselo y facilitárselo.
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Puntos de rascado: todos sabemos que los gatos
afilan y liman sus uñas, y que si no les facilitamos un lugar apropiado donde hacerlo,
lo buscarán ellos, y en este caso, suelen optar por nuestro sofá, cortinas o
mobiliario en general. Por eso es necesario que desde pequeños los
acostumbremos al uso de estos rascadores, que deben ser seguros y estar fijados
al suelo o la pared, ya que no es raro que por el uso puedan caerse encima del
animal y que por ello éste no quiera volver a acercarse. Podemos además
fomentar su uso con olores favorables, premiándolos, o aplicando feromonas para
el rascado.
El número de estos rascadores es variable, según el número de grupos
sociales: para saber esto hay que estudiar al conjunto de animales y valorar
determinados puntos como por ejemplo: se autoacicalan? duermen juntos? cómo
duermen? cómo juegan?
Como orientación, hay
determinadas formas de actuar que nos indican que un gato se siente a gusto,
relajados y con ganas de relacionarse:
-
Parpadear lenta y relajadamente.
-
Ronronear, emitir sonidos de llamada.
-
Frotar o presionar la cabeza contra la mano (u otras
partes del cuerpo) de la persona.
-
Intentar subirse al regazo.
-
Buscar la proximidad de la persona, quedarse junto a
ella.
-
Presionar su cuerpo (golpear) contra la mano de una
persona, pidiendo una atención que no se le estaba prestando.
-
Rodar relajadamente sobre sí mismo hasta quedar boca
arriba, exponiendo el área abdominal.
EJERICICIO Y JUEGOS
Como vemos, los gatos tienen una
serie de necesidades ambientales que tenemos que cubrir, pero como animales de
compañía que son, también tenemos que tener presente que requieren una
actividad diaria, no sólo para practicar un poco de ejercicio, sino también
para interactuar con sus propietarios y crear un vínculo con ellos.
Este juego/ejercicio puede ser
individual o colectivo, con otros gatos o con otros animales, en este último
caso será necesario haberlos acostumbrado desde pequeños.
El juego preferido por estos
animales es la caza, pero también podemos hacer uso de juegos de recompensa,
juego con sus dueños y juego con otros gatos.
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Juegos de caza: no suele ser necesario
entrenamiento ni premio, la presa cazada es el premio en sí misma y estos
animales son cazadores por naturaleza
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Juegos de recompensa: vienen ya preparados para
ellos y suelen consistir en laberintos o puzzles que requieren que el animal
coma despacio y use el intelecto, además de tenerlo entretenido un rato.
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Juegos con el dueño: son necesarios para
establecer esa relación y mejorarla, crea una rutina con el animal que es
necesario mantener. No se deben usar nunca las manos, se recomienda el uso de
juguetes preparados para gatos y acostumbrarlos desde pequeños. Nuestro juego
con ellos debe ser amigable (especialmente si hay niños por medio) y predecible
para ellos.
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Juego con otros gatos: puede llegar a ser algo
violento, pero mientras no haya heridas ni lesiones serias, no debemos
intervenir!
En general, como conclusión,
tenemos que tener claro que, al igual que otros animales de compañía, el gato
requiere de nuestra atención y cuidados como cualquier otra mascota, es decir,
que no por ser gatos son animales que podamos dejar olvidados como si de un
jarrón se tratase. Nosotros desde aquí recomendamos que se establezca un
vínculo con ellos desde chiquitines y se mantenga y de esta manera se cree esa
rutina que ellos necesitan.