martes, 15 de mayo de 2012

HERNIA PERINEAL EN EL PERRO


Este tipo de hernias ocurren cuando se debilitan los músculos perineales y del esfínter anal externo, fallando para mantener el soporte de la pared rectal, pudiendo ocasionar saculación rectal y herniación de próstata, grasa, vejiga o intestino.
 Aunque no se sabe con exactitud el origen de esta enfermedad, se piensa que intervienen hormonas masculinas, ya que es un problema que raramente se da en animales castrados. También puede ser por cambios degenerativos en los músculos elevadores del ano. Cualquier trastorno crónico que curse con tenesmo crónico (estreñimiento o prostatomegalia) puede desencadenar este problema.
 Principalmente afecta a perros viejos no castrados, aunque también se ha observado en algunos gatos.
La hernia puede se unilateral (sobretodo el lado derecho) o bilateral.

SIGNOS CLÍNICOS
-Estreñimiento.
-Obstipación (estreñimiento que se resiste a los tratamientos habituales).
-Disquecia (Defecación difícil o dolorosa).
-Tenesmo (Necesidad continua de defecar, aunque al intentarlo a veces no se consiga defecar).
-Estranguria (Escozor intenso tanto durante la emisión de orina como después) en caso de herniación de la vejiga con obstrucción uretral asociada.

DIAGNÓSTICO
Se fundamenta en palpar la hernia, que se reducirá en sentido ventrolateral al ano, y palpar también el diafragma pélvico debilitado y con un defecto rectal.

TRATAMIENTO
El objetivo inicial es evacuar las heces retenidas en el recto. Podrá ser necesario vaciar la vejiga urinaria para poder liberarla de la hernia.
En algunos perros con hernia perineal se puede conseguir una defecación normal a base de laxantes y dietas ablandadoras de las heces.
La castración de los perros con hernia perineal leve puede prevenir el progreso de la enfermedad.
La cirugía (herniorrafia perineal) combinada con la castración proporciona mejores resultados a largo plazo en la mayoría de los casos.

TÉCNICA QUIRÚRGICA
Consideraciones prequirúrgicas
- Castrar en la misma intervención.
- La obstrucción uretral secundaria a atrapamiento vesical requiere cistocentesis (vaciar la vejiga) y colocar un catéter uretral.

Técnica
- Paciente en decúbito esternal
- Sutura en bolsa de tabaco, para cerrar el ano durante la cirugía.
- Realizar incisión curvilínea, empezando lateral a la base de la cola y extendiéndose ventralmente por debajo de la prominencia perineal.
- Disección roma del tejido que recubre el saco herniario.
- Abrir el saco herniario con tijeras.
- Devolver el contenido herniado al abdomen.
- Combinar distintas técnicas para una mejor resolución: Elevación del músculo obturador interno, colocación de malla de polipropileno y transposición del gúteo superficial.

Cuidados y complicaciones quirúrgicas
A corto plazo
- Dificultad para orinar o hematuria (sangre en orina) puede indicar afectación uretral.
- Prolapso rectal en la eliminación de una hernia bilateral. Realizar la reducción de cada lado de la hernia con una separación de varias semanas elimina esta complicación en la mayoría de los casos.
- Puede haber incontinencia fecal si se ven afectados los nervios pudendo o recto caudal.
- Aunque no es frecuente, puede producirse incontinencia urinaria.
- Puede haber infección de la herida por la colocación inadecuada de las suturas en la pared rectal, penetración del saco anal o contaminación.
A largo plazo
- La incontinencia fecal puede perdurar semanas o meses, incluso ser indefinida si se afectan los nervios bilaterales.
- La aparición de una nueva hernia perineal dependerá de la gravedad de la primera hernia y de la habilidad del cirujano para resolverla. La castración puede ayudar a disminuir la recurrencia.


PRONÓSTICO
Ciertas técnicas quirúrgicas (técnica del colgajo obturador) se asocian a menos problemas posquirúrgicos y a un índice menor de recurrencia.

Pilar Fiñana Moscoso
 Veterinaria Residente