Enfermedad vírica en perros producida por el parvovirus tipo
2, del cual se reconocen dos variantes patógenas, 2a y 2b. Esta enfermedad
afecta a canidos silvestres y domésticos y se ha diagnosticado también en visones,
hurones y gatos.
La transmisión principal del virus es por vía fecal-oral por
la exposición de animales vulnerables a heces contaminadas de otros animales
aunque también puede transmitirse por su resistencia en condiciones ambientales.
PATOGENIA
Tras la exposición al virus, este se replica en células
linfoides de orofaringe, ganglios linfáticos mesentéricos y timo. Después de 3-5 días se disemina por la sangre
a las células de las criptas en el intestino delgado y las células epiteliales
de la cavidad oral, lengua y esófago. Los órganos linfoides, pulmones, hígado,
riñones, médula ósea y miocardio también pueden verse afectados.
La excreción del virus puede comenzar a los 3-4 días de la
exposición y durar en torno a 2 semanas.
LESIONES
Necrosis en células intestinales que llevan a una perdida de
integridad del epitelio intestinal, aumento de la permeabilidad intestinal y
menor asimilación de la mucosa intestinal, que dan lugar a diarreas hemorrágicas.
Translocación de las bacterias intestinales a consecuencia
de la alteración epitelial y absorción de endotoxinas a la circulación
sanguínea. Lo que podría dar lugar a septicemia y/o endotoxemia, y finalmente
provocar la muerte del animal.
SIGNOS CLÍNICOS
-Infección asintomática con muerte rápida.
-Anorexia, letargo y fiebre, que progresan a en 1-2 días a
vómitos y diarreas a menudo hemorrágicas.
-En cachorros con parásitos intestinales las lesiones
gastrointestinales pueden ser mas graves.
-Miocarditis en cachorros de menos de 8 semanas que no han
recibido anticuerpos maternales. En este caso la muerte puede producirse de
forma aguda, tras presentar síntomas entéricos o tras superar la infección
aguda por insuficiencia cardiaca congestiva.
DIAGNÓSTICO
-Signos clínicos en animal con riesgo de infección.
-Técnicas de ELISA fecal para determinar infección y PCR
para determinar si la cepa es vacunal o de campo.
-Alteraciones laboratoriales:
Leucopenia, neutropenia, indican
lesión medular y sepsis.
Anemia, hipoproteinemia
consecuencia de hipoalbuminemia por la pérdida de sangre intestinal.
Alteraciones electrolíticas y
deshidratación como consecuencia de los vómitos y las diarreas.
-
Invaginaciones intestinales como consecuencia de los
vómitos y las diarreas frecuentes.
TRATAMIENTO
No hay tratamiento frente al virus.
Tratamiento sintomático:
Mantenimiento
del volumen circulatorio, administrando líquidos de reposición cristaloides
para mantener la hidratación y reponer las pérdidas con lactato sódico o suero
con glucosa y potasio para compensar las pérdidas. Combinar con administración
de coloides en casos de hipoproteinemia o hipoalbuminemia.
Transfusiones de sangre en casos
de anemia grave.
Descanso del tubo digestivo
eliminando cualquier tipo de alimentación oral hasta que los vómitos y las
diarreas hayan remitido.
Antibioterapia de amplio espectro
vía parenteral con acción frente a bacterias gram negativas.
Antihemético para controlar los
vómitos.
Antiinflamatorios no esteroideos
o glucocorticoides para cachorros con sepsis o endotoxemia.
Si cesan los vómitos ofrecer agua
y comida altamente digestible y baja en grasas.
Con tratamiento sintomático
muchos cachorros resisten a la infección y una vez recuperados tiene inmunidad
frente a la parvovirosis durante largos periodos de tiempo.
PREVENCIÓN
Vacunación viva o inactivada
utilizando estas últimas en razas de riesgo como rottweiler, doberman pintcher
y otros, hembras preñadas o animales inmunodeprimidos.
Para inactivar el virus, cuando
nos encontremos en un ambiente contaminado, debemos usar soluciones de lejía
(29 partes de agua y 1 de lejía), formol y luz solar.
María del Mar López Domínguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario