lunes, 11 de junio de 2012

PARVOVIROSIS CANINA


Enfermedad vírica en perros producida por el parvovirus tipo 2, del cual se reconocen dos variantes patógenas, 2a y 2b. Esta enfermedad afecta a canidos silvestres  y  domésticos  y se ha diagnosticado también en visones, hurones y gatos.

La transmisión principal del virus es por vía fecal-oral por la exposición de animales vulnerables a heces contaminadas de otros animales aunque también puede transmitirse por su resistencia en condiciones ambientales.

PATOGENIA
Tras la exposición al virus, este se replica en células linfoides de orofaringe, ganglios linfáticos mesentéricos y timo.  Después de 3-5 días se disemina por la sangre a las células de las criptas en el intestino delgado y las células epiteliales de la cavidad oral, lengua y esófago. Los órganos linfoides, pulmones, hígado, riñones, médula ósea y miocardio también pueden verse afectados.
La excreción del virus puede comenzar a los 3-4 días de la exposición y durar en torno a 2 semanas.

LESIONES
Necrosis en células intestinales que llevan a una perdida de integridad del epitelio intestinal, aumento de la permeabilidad intestinal y menor asimilación de la mucosa intestinal, que dan lugar a diarreas hemorrágicas.
Translocación de las bacterias intestinales a consecuencia de la alteración epitelial y absorción de endotoxinas a la circulación sanguínea. Lo que podría dar lugar a septicemia y/o endotoxemia, y finalmente provocar la muerte del animal.

SIGNOS CLÍNICOS
-Infección asintomática con muerte rápida.
-Anorexia, letargo y fiebre, que progresan a en 1-2 días a vómitos y diarreas a menudo hemorrágicas.
-En cachorros con parásitos intestinales las lesiones gastrointestinales pueden ser mas graves.
-Miocarditis en cachorros de menos de 8 semanas que no han recibido anticuerpos maternales. En este caso la muerte puede producirse de forma aguda, tras presentar síntomas entéricos o tras superar la infección aguda por insuficiencia cardiaca congestiva.

DIAGNÓSTICO
-Signos clínicos en animal con riesgo de infección.
-Técnicas de ELISA fecal para determinar infección y PCR para determinar si la cepa es vacunal o de campo.
-Alteraciones laboratoriales:
Leucopenia, neutropenia, indican lesión medular y sepsis.
Anemia, hipoproteinemia consecuencia de hipoalbuminemia por la pérdida de sangre intestinal.
Alteraciones electrolíticas y deshidratación como consecuencia de los vómitos y las diarreas.
-          Invaginaciones intestinales como consecuencia de los vómitos y las diarreas frecuentes.

TRATAMIENTO
No hay tratamiento frente al virus.
Tratamiento sintomático:
            Mantenimiento del volumen circulatorio, administrando líquidos de reposición cristaloides para mantener la hidratación y reponer las pérdidas con lactato sódico o suero con glucosa y potasio para compensar las pérdidas. Combinar con administración de coloides en casos de hipoproteinemia o hipoalbuminemia.
Transfusiones de sangre en casos de anemia grave.
Descanso del tubo digestivo eliminando cualquier tipo de alimentación oral hasta que los vómitos y las diarreas hayan remitido.
Antibioterapia de amplio espectro vía parenteral con acción frente a bacterias gram negativas.  
Antihemético para controlar los vómitos.
Antiinflamatorios no esteroideos o glucocorticoides para cachorros con sepsis o endotoxemia.
Si cesan los vómitos ofrecer agua y comida altamente digestible y baja en grasas.


Con tratamiento sintomático muchos cachorros resisten a la infección y una vez recuperados tiene inmunidad frente a la parvovirosis durante largos periodos de tiempo.

PREVENCIÓN
Vacunación viva o inactivada utilizando estas últimas en razas de riesgo como rottweiler, doberman pintcher y otros, hembras preñadas o animales inmunodeprimidos.
Para inactivar el virus, cuando nos encontremos en un ambiente contaminado, debemos usar soluciones de lejía (29 partes de agua y 1 de lejía), formol y luz solar.

María del Mar López Domínguez
Veterinaria residente. 


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