miércoles, 7 de agosto de 2013

TRANSFUSIÓN DE SANGRE: CASO CLÍNICO

Detrás de una transfusión de sangre hay mucho trabajo interno del que no se ve ni se sabe mucho, y vamos a desvelaros este misterio.

Lo primero que hay que hacer es localizar un individuo apto para la donación, con un peso superior a 25 kg, en buen estado de carnes y sano, sin ninguna enfermedad concomitante, debidamente desparasitado y con sus vacunas al día.

Antes de empezar se realizan varias pruebas, como son la determinación del grupo sanguíneo (a ambos individuos para confirmar la compatibilidad) y la realización de test rápidos para descartar que el animal padezca ciertas enfermedad infecciosas (filariosis, anaplasmosis, erhliquiosis, borreliosis) que puedan ser transmitidas al receptor a través de la sangre:



Una vez hecho esto, se procede a la extracción que debe ser limpia y de una sola vez, y a unas cantidades determinadas calculadas específicamente para el animal receptor, y que requiere por lo general, realizar una sedación ligera del donante para evitar movimientos bruscos que anulen el proceso e inutilicen la bolsa de sangre:







Una vez llegados a este punto, podemos empezar la transfusión bajo una estricta supervisión veterinaria, ya que pueden tener lugar reacciones no deseadas de rechazo que obligan a detener la transfusión:


Por supuesto, nuestra donante, Milka, se va a casa totalmente despierta, con sus test hechos (de forma gratuita para el donante), una buena lata de comida para recuperar fuerzas y…¡un hueso de premio! Lo que ella no sabes es que gracias a gestos desinteresados como el de su propietaria, se salvan muchas vidas de otros animales que necesitan de estos tratamientos.


Gracias a todo este proceso, hemos ganado tiempo para Sixta, esta bulldog francés que llegó a nuestro Centro remitida por su veterinario y que presentaba un cuadro crónico indeterminado, pero que la había llevado a tener valores sanguíneos casi incompatibles con la vida.
Me parece importante destacar que, en la mayoría de las ocasiones las transfusiones son remedios temporales a problemas crónicos y por tanto es fundamental tener un diagnóstico certero que nos permita instaurar un tratamiento que solucione el problema de raíz.
Esperamos que gracias a la transfusión hayamos ganado el tiempo suficiente para sacar a delante a esta pequeña y que todo vaya bien.

¡¡Suerte Sixta!!

            También recordaros que cualquier animal que cumpla con las condiciones citadas, es un posible donante y siempre está bien contar con un banco de sangre para situaciones de urgencia, así que cualquier donante será siempre bienvenido, no dudéis en consultarnos si estáis interesados! Recordad que nunca sabes cuándo le puede hacer falta a tu mascota.

Cristina Félez Esteban, responsable Áreas Neurología y Etología.

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